David el grande: Análisis del único hombre que era según el corazón de Dios / Da vid the Great: Deconstructing the Man After God’s Own Heart

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¿Cuánto sabe usted realmente acerca de la vida del REY DAVID?

Era un hombre de una lealtad inquebrantable, una gran fe y una visión nacional.

Fue un poeta guiado por el Espíritu con intuiciones proféticas y mesiánicas que trascendieron milenios.

Era un músico cuyas canciones de cuna podían calmar al alma atormentada por los demonios.

Fue un líder político lo suficientemente fuerte como para forjar una nación a partir de una diversidad de tribus deleznables.

Sin embargo, también era un adúltero, un asesino, un criminal mercenario y un padre muy odiado.

Le causó sufrimiento a su pueblo por un acto de arrogancia.

Ordenó la ejecución de sus enemigos en su lecho de muerte.

Disfrutó muchas esposas y concubinas.

Y, sobre todo, violó las leyes de Dios y las del hombre.
 
«Recomiendo categóricamente este esclarecedor estudio de la vida y liderazgo del rey David». —Jentezen Franklin

ENGLISH DESCRIPTION

King David was a complicated, conflicted man of flesh. But too often he is viewed as an Americanized shepherd boy on a Sunday school felt board or a New Testament saint alongside the Virgin Mary. Not only does this neglect one of the Bible’s most complex stories of sin and redemption, it also bypasses the gritty, life lessons inherent in the amazing true story of David.
 
Mark Rutland shreds the felt-board character, breaks down the sculpted marble statue, and unearths the real David of the Bible. Both noble and wretched, neither a saint nor a monster, at times victorious and other times a failure, David was, through it all, a man after God’s own heart.MARK RUTLAND, es columnista de la revista Ministry Today y autor superventas del New York Times. Es presidente de Global Servants y de National Institute of Christian Leadership, fungió como pastor de una mega-iglesia y como rector de dos universidades. Entre sus libros están: 21 segundos para cambiar su mundo y Valentía para sanar. Rutland y su esposa, Alison, han estado casados y en el ministerio por más de cincuenta años.CO

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